Mírate. ¿Cómo estás hablando?

Hagamos un ejercicio. Párate frente a un espejo y responde las siguientes preguntas:

¿Cómo sientes tu cuerpo? Regálate unos minutos para escucharlo y mirarlo. 

¿Cómo te sientes emocionalmente?

¿Tu cabeza se encuentra recta, o se inclina hacia delante/atrás? ¿Cuál es la postura de tu cuello?

¿Tiendes a encorvarte?

Como podrás intuir, nuestra postura, y el cómo nos sentimos física o mentalmente tiene consecuencias en nuestra voz, ya sean positivas o negativas.

Comparto contigo 10 TIPS que podrán serte de gran utilidad.

  1. Postura derecha. 
  2. Cuello recto. No inclinar la cabeza hacia delante o hacia atrás. En una posición adecuada, cabeza y cuello se alinean en un eje vertical, esto hace que respetemos la curva natural de la columna.
  3. La cabeza debe mirar hacia delante, y su dirección es HACIA ARRIBA (cielo). Así, la espalda se alarga y ensancha, haciendo que entre más aire. Haz la prueba.
  4. ¿Nalgas contraídas, músculos abdominales tensos, rodillas u hombros apretados? ¡Relájate! La tensión puede causar que tengamos un uso inflexible de la voz.
  5. Antes de trabajar, mueve tus manos y pies. Intenta soltar imaginariamente toda la tensión que guardas en el cuerpo.
  6. Haz ejercicios de relajación si el tiempo te lo permite. Y regálate aunque sean algunos días a la semana momentos para meditar y volver a ti. A veces vivimos como robots.

Hay acciones arraigadas a nosotros por costumbre. Acá te dejo algunas a modo de ejemplo para que las tengas presentes al momento de locutar, o hablar.

  1. Cabeza inclinada hacia delante: La distancia entre el cráneo y la mandíbula se incrementa oprimiendo la garganta. Mientras más energético sea el sonido, más forzada será la voz.
  2. Cabeza inclinada hacia atrás: La relación entre la laringe y el aire no es la adecuada. Prueba respirando con la cabeza recta, y luego con la cabeza hacia atrás. ¿Qué cambios sentiste al cambiar esa postura? Siente lo que te está sucediendo. ¿Cómo sale tu voz? ¿cómo sientes tu garganta? 
  3. No arquear la espalda hacia dentro: Al hacer esto, normalmente se respira con la parte inferior del pecho (al hacerlo, dejamos que entre menor cantidad de aire a nuestro cuerpo, haciendo que tengamos dificultad para leer frases largas).
  4. Recuerda que la respiración debe ser suficiente y controlada, una respiración diafragmática nos ayudará a dar duración e intensidad a la voz.

Como estos, hay muchos otros errores que cometemos inconscientemente a la hora de hablar o locutar, y por eso, te invito a SER CONSCIENTE DE CÓMO HABLAS.  Y en el caso de no estar haciendo lo correcto, recuerda que la práctica hace al maestro, y que para ser maestros también necesitamos tiempo. No esperes hacer todo bien de la noche a la mañana, llegará el momento en que tal como te acostumbraste a mantener hábitos incorrectos, te acostumbrarás a conservar los correctos.

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